El juego, desde tiempo inmemorable, ha sido transmisor de conocimientos y valores ¿Por qué hoy en día se ha dejado de «JUGAR con mayúsculas»? ¿Por qué es bueno jugar a todas las edades? Jugar hace que la persona sea más feliz, tolerante, conciliadora, paciente, respetuosa, creativa… y creemos firmemente que ayuda a tener más éxito en su vida social, educativa, profesional… Los juegos cooperativos son un «remedio natural» contra el estrés. El juego permite conocerse mejor a uno mismo, así como a otras personas.
El curso se desarrolla en tres partes, teniendo cada parte 4 sesiones de una hora y media de duración. Los talleres «Aprender jugando, educando en sentimientos» tiene una metodología muy participativa pues creemos que cuerpo, situaciones y personas; o lo que es lo mismo sensaciones, emociones y sentimientos, son parte fundamental en nuestra educación y desarrollo personal.
En el curso trabajaremos, y decimos TRABAJAREMOS, pues un 90 % es práctico: empezando desde como relacionarte con tus hijos, a través del juego; como escuchar, oír, ver y sentir a tus hijos jugando; hasta como hablar, decir, comunicar y expresar con el juego.